[Reseña] Marabilia I: Sueños de piedra, Iria G. Parente y Selene M. Pascual

Título: Sueños de piedra
Título original: Sueños de piedra
Saga: Marabilia 1 

Autor: Iria G. Parente y Selene M. Pascual
Fecha de lanzamiento:  
Editorial: Ediciones Nocturna
Páginas:573
Género: Fantasía 
Precio:  16,50€
Nota:

"Érase una vez un reino muy, muy lejano donde un príncipe premió a un mago por ayudar a rescatar a una joven en apuros. 

Encantador. Lástima que nada de esto sea verdad. 

En realidad, el príncipe sueña con gloria y venganza; el mago, con que sus hechizos no sean siempre un desastre y la joven en apuros, con huir de un pasado que la atormenta... y del recuerdo del hombre al que ha matado. 

Érase una vez..."

Tengo el libro en casa desde primeros de febrero o finales de enero esperando tener un poquito de tiempo para poder enfrascarme en él. Y bueno ¡ayer fue el día! (¡Como con Una llama entre cenizas publico la reseña de este libro al día siguiente de leerlo! ¡Si es que no podía esperar!) Y cuando leí, por la mañana, la sinopsis... me enamoré. Dije "A ver que tal" y empecé a leer en cuanto pude. ¡Y me enamoré del príncipe! 

He mencionado arriba Una llama entre cenizas porque los que me conocéis sabéis que soy una fanática absoluta, pero también tiene algo que ver. La verdad es que este es el primer libro que leo de estas dos chicas, así que no se si en todos sus libros escriben así, pero este tiene dos personajes principales: el príncipe Arthmael, que es un ególatra cuya debilidad son las mujeres (sí, justo como a mi me gustan) y la supuesta joven en apuros, Lynne, que trabaja, al menos al comienzo, como prostituta.

Bueno, pues estos dos personajes se van turnado, primero el príncipe y luego Lynne, y luego el príncipe y luego ella otra vez (y así todo el libreo), para narrar los capítulos en primera persona.

A parte de estos dos, en los que me voy a centrar ahora mismo, hay otro personaje principal, el mago, que es una cosita super cuca de catorce años, inocentón y adorable llamado Hazan y que, según palabras de Arthmael, es como un perrito faldero a los pies de Lynne. 

En cuanto al príncipe. Más arriba he dicho que es justo como a mí me gustan. Bien, pues sí y no. No niego que me encanta el punto de que al principio -y sí, al principio- solo piense en si mismo y se distraiga mucho muchísimo mirandole el culo a Lynne, o revisando su escote y de que, a la vez, sólo le importe ennoblecerse a si mismo. ¡Pero luego va cambiando! Y es una cosita en cuanto se enamora -porque es que era obvio que se enamora y, a pesar de pertenecer a una saga, es un libro que tiene toda la pinta de ser autoconclusivo (Supongo que la saga seguirá a otros personajes... tal vez a Hazan y sólo mantenga en común el lugar donde se sucede, Marabilia). A pesar de ser un "depravado" y pensar solo en si mismo, el príncipe es valiente. Bastante, según se va viendo a lo largo de la historia.

Y luego están sus bromas. Sus bromas sexuales con Lynne son las mejores, porque la frase de esta pareja parece ser "ni por todo el oro de marabilia" (y luego resulta que por mucho menos...) 

Lynne, en cambio, es todo lo contrario a Arthmael: él ha vivido toda su vida acomodado y ella tiene su vida rota desde hace tiempo -y ella misma está rota-. Pero es fuerte, y dura, y ha sabido sobrellevarlo. Es una mujer independiente y busca labrarse su propio destino sin estar unida a los hombres o bajo la protección de ellos. Y es de entender ya que no le gustaba su trabajo y es capaz de soportar que nadie, al principio ni siquiera Hazan, la toque ¡y eso que él es un niño!

Y a pesar de todo esto, no se muestra como realmente es en ningún momento a nadie... hasta que su príncipe empieza a fijarse más, empieza a buscarla -a pesar de su tan divertido odio inicial, pero claro, los que se pelean...-, y se empieza a dar cuenta de que lo que ella lleva es, ni más ni menos, que una máscara.

Uniendo a estos personajes, el tener que salvar a una joven en apuros (de verdad), cumplir el sueño de Lynne y crear la leyenda del valiente príncipe de Silfos, nos encontramos una historia épica, chispeante, llena de magia y que rompe con la gran parte de los clichés que es habitual encontrar en este tipo de cuentos de hadas: el gallardo príncipe que salva a una doncella en apuros aquí resulta no ser tan gallardo -sino un mujeriego- y la doncella... resulta que de doncella virginal tiene bien poco.

En cuanto a la historia general, el tema del tiempo en el final me tiene un poquito descontenta: toda la historia ocurre en dos meses, más o menos pero en el final, de repente se acelera y, en el último capítulo (el epílogo, si no me equivoco) de repente han pasado diez años y apenas explican nada. Hay unas cuantas cosas que me hubiera gustado ver narradas, pero...